Al cierre del mercado el lunes 1 de septiembre, todas las miradas estaban puestas en las islas. El grupo inversor saudí Abu Dhabi United se estrenó al frente del modesto Manchester City con uno de los pelotazos del verano: el díscolo Robinho, objeto de deseo de Felipao Scolari para su nuevo Chelsea, cambiaba Madrid por Manchester. Al Fahim, cabeza visible de Abu Dhabi, logró convencer al carioca y al Real Madrid mejorando considerablemente la oferta de los blues. En fechas posteriores hemos podido saber que la ambición de los nuevos dueños cityens va mucho más allá. Se ha hablado de los 170 millones de euros que preparan para la contratación del luso Ronaldo, de Kaká, Buffon, e incluso Lucas Podolski, objetivo de Bernd Schusteor para el mercado invernal. El conjunto más antiguo de Manchester (y no por ello el más laureado) prepara un asalto a la Premier y a la Champions, y el dinero, lejos de ser un problema, es el arma que manejará Mark Hughes,como se demostró con el retorno del hijo pródigo, Shawn Wright-Phillips.
Paralelamente a la firma de Robinho, el búlgaro Dimitar Berbatov fichó por el club vecino, después de sopesar la mareante oferta que el hombre de moda, Al Fahim, le realizó. Berbatov llega a Manchester para apuntalar una de las mejores plantillas del mundo, para competir por el puesto con dos de los mejores atacantes del planeta: Wayne Rooney y Carlos Tévez, el apache. Eso sin olvidar el poderío de los red devils por las bandas, con Ryan Giggs, Cristiano y Nani. Una plantilla para aspirar a defender el doblete del año pasado, cimentada en una solidez defensiva muchas veces a la sombra del poder ofensivo de los hombres de Ferguson.
El Chelsea se quedó sin la guinda del primer proyecto de Scolari, Robinho, pero con las contrataciones de los lusos Bosingwa y Deco aumentan la competitividad de la plantilla más cara del mundo. El primer problema que se ha encontrado Felipao es la lesión de Essien, fundamental para sus esquemas. No podrá contar con él durante los próximos 5 meses, por lo que el joven Mikel está ante su gran oportunidad. Otro aspirante a la conquista de la Premier es el Arsenal de Wenger, cuyas incorporaciones responden al perfil Wenger: Nasri, Vela, Ramsey y Wilkshere, todos ellos jovenes aunque preparados para dar el salto. El obstaculo de los gunners será suplir debidamente a Hleb y a Flamini, bajas de peso para un club que no se marca límites.
El Liverpool también se ha reforzado con las miras puestas en proclamarse campeón de la Premier, competición que se le resiste desde la instauración del nuevo formato. Dossena, Degen, N´Gong, Riera y el menor de los Keane, Robbie, llegan a Anfield Road llenos de ilusión, ilusión por ver un Liverpool campeón, tarea que se antoja titánica, pues se le complican los partidos más sencillos a priori, al cederles la iniciativa del juego, atascándo los encuentros. El sexto equipo en discordia, con permiso del Aston de O´Neill, será el Tottenham de Juande, que se ha reforzado considerablemente, a pesar de las bajas de Keane y Berbatov. Modric, Bentley, Pavlichenko y Dos Santos refuerzan el ataque de los Spurs.
En España, la lucha por el liderato se presenta abierta. El Madrid pierde a Robinho, pero gana algo más que a Van der Vaart, puesto que se repesca a De la Red y a Javi García, si bien pierden a Soldado y a Granero, compañeros en el Getafe. El Barça de Guardiola dió la baja a Ronaldinho, Deco, Zambrotta y Edmilson, entre otros, y llegan Hleb, Alves, Caceres, Piqué y Keita. Los culés tendrán que afrontar muchas competiciones aunque con muy pocos efectivos. El Atleticó apuntaló todas sus lineas con Coupet, Ujfalussi, Heitinga, Assunçao y Sinama, para hacer creer a los colchoneros en la posibilidad de festejar este año en Neptuno un título, pues las fotos del doblete quedan ya antiguas. El Sevilla también quiere renovar su álbum de festejos, y para ello Konko, Navarro, Romaric, Squilacci y Lautaro Acosta harán olvidar a los Poulsen, Keita, Alves y cia. El Valencia tiene en Pablo Hernández su cara nueva, y el Villareal se reforzó debidamente para la Champions con Ibagaza, Altidore y Edmilson, entre otros.
En Italia, el Milan busca resarcirse del fiasco de la campaña anterior, y para ello, la mejor medicina tiene nombre: Ronaldinho. El astro brasileño a devuelto la ilusión a una afición acostumbrada a fútbol del bueno. Junto a él vuelve un ilustre en Milán, el principe Shevchenko. Senderos y Zambrotta completan la nomina de altas de la escuadra milanesa. El otro club de la ciudad, el Inter tiene en el banquillo su novedad principal. The Special One llega al Meazza para hacer un equipo campeón de la Champions, y con él, Muntari y Quaresma. La Juve también se ha reforzado con un único objetivo: el Scudetto. Para ello, Amauri y Poulsen son las incorporaciones estrella. La Roma se trae dos ex de la Liga, Giuly y Baptista, aunque la baja de Mancini (al Inter) será dificil de suplir.
Así las cosas, estas tres ligas se presentas abiertas y apasionantes, aunque la italiana va perdiendo peso. El lugar de la Serie A lo quieren ocupar la Ligue One y la Bundesliga, en la que Bakari Koné, Ben Harfa, Ederson, Pjanic, Gouffran, Farfán, Thiago Neves y muchos más han sido noticia. La Eredivise, cómo siempre: Ajax y PSV se hacen con las mejores promesas del país, y las que no son del país: Sulejmani, Cvitanich, Amrabat, Pieters o Reimond Manco llegan para reforzar las dos escuadras más potentes de Holanda.
El mercado se ha movido menos de lo esperado este año, pues los que apuntaban a bombazos, salvo Ronnie, Robinho y Berbatov, se han quedado en sus clubes (Kaká, Cristiano, Eto´o o Drogba). De todos modos, esta temporada será apasionante, pues las fuerzas entre los colosos de Europa se están nivelando. Aún así, en la Champions los ingleses parten cómo favoritos, y el Milán en la UEFA.
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