Ayer, miércoles 11 de septiembre, fue el turno de los compromisos internacionales que, como de costumbre, dejaron mucho para comentar y analizar. Así, tuvimos citas con resultados increíbles por la cantidad de goles (como el 7-0 que Bosnia-Herzegovina le endosó a Estonia), o por lo sorprendente del resultado (como el 3-3 entre Finlandia y Alemania, que se aferró a Miroslav Klose para no caer derrotada). Aunque, sin duda, el encuentro que más dio de sí fue el Croacia-Inglaterra disputado en el estadio Maksimir, lugar maldito para los "pross". El marcador final reflejaba un durísimo 1-4 favorable a los hombres de Fabio Capello, que sonrojó a más de un seguidor "ajedrezado". Contundente fue el resultado, al igual que el juego ofrecido por los británicos, que, poco a poco, van asimilando los conceptos del juego que el técnico italiano intenta instaur
ar. De esta manera, la línea defensiva se mostró implacable, con John Terry y Rio Ferdinand (protegiendo la portería de James, que sigue mostrando carencias en el juego aéreo) a un nivel excepcional escudados por el fantástico rendimiento defensivo ofrecido por la pareja Lampard-Barry, que se encargó de que Luka Modric no recibiera el esférico en las proximidades del área (y tan bien lo hicieron que el joven talento "spur" acabó por bajar hasta su propio campo para recoger el "cuero"). Gran labor también la realizada en ambas bandas, con West Brown y Theo Walcott por la derecha, y Ashley Cole y Joe Cole en la izquierda. Especialmente destacar el ala diestra, donde Theo Walcott fue el lanzador de todos los contragolpes ingleses (siempre con las espaldas cubiertas con Brown, que se incorporó más bien poco) e incluso logró anotar un hat-trick. Por el flanco siniestro Ashley recorrió bastante más la banda, desdoblándose en varias ocasiones con Joe, que optó por buscar el interior más que el exterior. Y arriba, por supuesto, hemos de nombrar la prodigiosa actuación de la pareja Emile Heskey-Wayne Rooney. El primero siempre actuando unos metros por delante del "red devil", que disfrutó de libertad de movimientos cuando su equipo disponía del balón. Así, le vimos cayendo a ambas bandas, retrasando su posición para oxigenar el juego, abrir a ambos flancos con maestría tanto en corto como en largo, combinar de espaldas al arco rival etc. Aunque la cosa cambiaba radicalmente en defensa. Posiblemente fruto del enfado del seleccionador por su mediocre actuación frente a Andorra, Wayne taponó el lateral zurdo con muchísima intensidad. A Heskey lo vimos realizando la labor típica del punta solitario en defensa, presionando y desgastando a los centrales rivales, aunque sin mucha intensidad, mientras el bloque inglés esperaba pacientemente en su campo la inevitable llegada del rival. La perfecta estructuración táctica de los "capellinos" evitó cualquier problema y, exceptuando los primeros 20 minutos de encuentro, apenas llegaron un par de veces hasta la meta defendida por el veterano David James. Por parte de Croacia, vimos muy poco digno de mencionar en sentido positivo. Ivica Olic pujó con garra, como de costumbre; Rakitic puso dinamismo al combinado de Slaven Bilic, y poco más. La conclusión general que queda es que Fabio Capello, que tantas críticas recibió en sus inicios, sale fortalecido del país balcánico y los medios ingleses así como los "hooligans" lo mirarán con otros ojos. Capello comienza a sentar las bases de un proyecto muy competitivo y ambicioso que no aparta la mirada de Sudáfrica, la Tierra Prometida donde, dentro de dos años, intentarán alzarse con la Copa del Mundo: el único título importante que resta en las vitrinas de Don Fabio.
ar. De esta manera, la línea defensiva se mostró implacable, con John Terry y Rio Ferdinand (protegiendo la portería de James, que sigue mostrando carencias en el juego aéreo) a un nivel excepcional escudados por el fantástico rendimiento defensivo ofrecido por la pareja Lampard-Barry, que se encargó de que Luka Modric no recibiera el esférico en las proximidades del área (y tan bien lo hicieron que el joven talento "spur" acabó por bajar hasta su propio campo para recoger el "cuero"). Gran labor también la realizada en ambas bandas, con West Brown y Theo Walcott por la derecha, y Ashley Cole y Joe Cole en la izquierda. Especialmente destacar el ala diestra, donde Theo Walcott fue el lanzador de todos los contragolpes ingleses (siempre con las espaldas cubiertas con Brown, que se incorporó más bien poco) e incluso logró anotar un hat-trick. Por el flanco siniestro Ashley recorrió bastante más la banda, desdoblándose en varias ocasiones con Joe, que optó por buscar el interior más que el exterior. Y arriba, por supuesto, hemos de nombrar la prodigiosa actuación de la pareja Emile Heskey-Wayne Rooney. El primero siempre actuando unos metros por delante del "red devil", que disfrutó de libertad de movimientos cuando su equipo disponía del balón. Así, le vimos cayendo a ambas bandas, retrasando su posición para oxigenar el juego, abrir a ambos flancos con maestría tanto en corto como en largo, combinar de espaldas al arco rival etc. Aunque la cosa cambiaba radicalmente en defensa. Posiblemente fruto del enfado del seleccionador por su mediocre actuación frente a Andorra, Wayne taponó el lateral zurdo con muchísima intensidad. A Heskey lo vimos realizando la labor típica del punta solitario en defensa, presionando y desgastando a los centrales rivales, aunque sin mucha intensidad, mientras el bloque inglés esperaba pacientemente en su campo la inevitable llegada del rival. La perfecta estructuración táctica de los "capellinos" evitó cualquier problema y, exceptuando los primeros 20 minutos de encuentro, apenas llegaron un par de veces hasta la meta defendida por el veterano David James. Por parte de Croacia, vimos muy poco digno de mencionar en sentido positivo. Ivica Olic pujó con garra, como de costumbre; Rakitic puso dinamismo al combinado de Slaven Bilic, y poco más. La conclusión general que queda es que Fabio Capello, que tantas críticas recibió en sus inicios, sale fortalecido del país balcánico y los medios ingleses así como los "hooligans" lo mirarán con otros ojos. Capello comienza a sentar las bases de un proyecto muy competitivo y ambicioso que no aparta la mirada de Sudáfrica, la Tierra Prometida donde, dentro de dos años, intentarán alzarse con la Copa del Mundo: el único título importante que resta en las vitrinas de Don Fabio.
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